Como la niebla que enmudece al caminante,
con una mirada que oculta el destino.
Como el pulso de un hilo rojo
que serpentea en el desierto.
Un escalofrío en el cielo,
construido con suspiros
que no tocan las dunas de tu cuerpo.
Y un gemido del país de los mudos
con su cansancio blanco.
se.