De un instante a otro comprendió que todo había sido como tenía que ser sin que uno ni el otro lo hubieran planeado así.
Quizá sus "comprensiones" podrían resultarle a los demás un poco forzadas pero, ¿en este mundo hay algo que no lo sea? En un mundo sin-sentido siempre habrá que forzarle un sentido, el chiste, pensaba, es que no parezca forzado, sino que parezca que de repente, así, de la nada, te lo encuentras.
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Aquí presento en sociedad a Flabio. Mi compañero de viaje.
Aquel monstruito que más que una coincidencia ha sido una señal, una especie de evidencia sobre el orden cósmico... El único muñequito de fieltro que se quedará conmigo ahí a donde vaya.
Porque ya vendrán más, y más, y más...
Y sí, iré haciendo muñequitos de fieltro (o bichejos místicos, como bien dice Angélica) para dejarlos por ahí a donde vaya, olvidados y con ellos olvidando cosas que ya no quiero recordar. Y ese sentimiento negativo se convertirá en positivo, en algo encontrado para otros. Es una especie de terapia. Y voy a tomarles fotos a los monstruitos en el lugar donde los dejé y pondré las fotos en mi blog, para que se queden ahí en mi.
Es una especie de acto poético y mágico. Creo que entre más actos así haga la gente la vida será más bonita, o por lo menos yo haciéndolo se me hará más bonita a mi. Me gusta la idea de dejar algo para que sea adoptado, algo tuyo que entre en lugares que no llegarás a conocer. La idea de tejerlos, es como tejer historias, tejer destinos.
se.